El poder del buen uso de la tipografía

Beneficios comunicativos de la tipografía

La comunicación es un proceso complejo y que ha ido evolucionando y mutando a lo largo de los años. La historia de la primera tipografía se remonta a la invención de la imprenta en la Edad Media. Antes de esto, los textos se copiaban a mano, lo que era un proceso tardado y costoso. Con la llegada de la imprenta se hizo posible la producción masiva de libros y la difusión del conocimiento, todos estos con la estandarización de un tipo de letra: una tipografía. Las tipografías de las imprentas consistían en bloques de madera móviles que servían como sellos. Esta técnica de impresión permitió una mayor eficiencia y rapidez. 

Con la aparición de la tipografía y su asentamiento, se crearon dos categorías principales para clasificarlas, Serif y Sans-Serif, que las tipifican según su complejidad. Las tipografías serif son aquellas que cuentan con pequeños adornos o trazos decorativos y son más elaboradas. Suelen ser más elegantes y clásicas, la famosa tipografía New Times Roman es un famoso ejemplo de Serif. Por el contrario, las Sans-Serif no cuentan con este tipo de trazos adicionales y se mantienen mucho más simples y legibles, es la versión más básica de la tipografía.  Aparecieron después de las Serif como respuesta a la necesidad de facilidad, rapidez y simpleza; por lo que son vistas como tipografías más modernas, informales y limpias. Algunas tipografías de este tipo son Arial y Calibri.

Ambas tipografías tienen su uso ideal que potenciará el mensaje deseado. Las fuentes Serif en un título universitario expresan la grandeza del logro a través de la elegancia de las letras. Las Sans-Serif son ideales para titulares, contenido digital y actualmente en diseño de marcas, ya que brindan una apariencia limpia y moderna.

La tipografía es un amplio punto de análisis y consideración para la comunicación, como cual herramienta comunicacional tiene su estructura, llamada anatomía de la tipografía. La anatomía de una tipografía se refiere a las diferentes partes que componen cada letra de la fuente, como el vértice, las astas descendentes y ascendentes, el cuello, el lóbulo, serifa, espina,  brazo, Palo o Asta mixta y barra transversal.

Las imágenes y el material visual tienen el poder de transmitir información y emociones de manera más efectiva que las palabras por sí solas, a esto se debe la popularidad de la frase  “una imagen dice más que mil palabras”. La tipografía juega un papel curioso en la comunicación, pues mezcla lo visual y lo escrito para transmitir el espíritu del mensaje. 

La tipografía intenta comunicar de forma atractiva y coherente un mensaje en particular, elegir la correcta hace que el mensaje sea memorable y cale en la audiencia. Juega un papel significativo en la experiencia de lectura y la percepción del contenido. Es una guía de estilo de la marca, que la organiza de una manera legible y transmite de la manera más adecuada la línea y personalidad del mensaje, convirtiéndose en un sello identificador. 

 

Factores como el tamaño, la legibilidad y la consistencia son importantes aspectos para tomar en cuenta en una tipografía. Una misma frase puede transmitir dos mensajes completamente distintos solo por la tipografía que se escoja.

Un claro ejemplo de lo memorable que puede resultar una tipografía es Waltógrafo, basada en las letras del logotipo de Walt Disney Company; que a pesar de no ser oficial de la compañía, es claramente vinculante a la empresa hasta el punto de que la ha utilizado. La tipografía transmite lo dinámico, divertido y creativo de la empresa.

Así mismo, Facebook utiliza una versión modificada de Klavika, una tipografía más seria, fuerte y simple, que apoya el discurso de “menos es más”.

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